- 3 de cada 10 pacientes tiene una ventana de implantación desplazada
- Realizar el test ERA en el primer ciclo de FIV aumenta significativamente las posibilidades de tener un bebé, sin perder embriones viables
- La tasa acumulada demuestra que el 71% de las mujeres que usaron ERA tuvieron un bebé después de un año, frente al 55% que no utilizó ERA
Valencia, 15 de septiembre de 2020 – A nivel mundial la FIV sigue siendo ineficiente en seres humanos, con tasas de nacimiento de solo 25-30% por ciclo iniciado, a diferencia de otras especies de animales que presentan otros mamíferos, con una tasa de éxito superior al 95%. Y la principal diferencia entre las especies con menstruación como los humanos y el resto de los mamíferos, radica en el control endometrial de la implantación del embrión.
Igenomix ha trabajado en el campo de la reproducción asistida durante muchos años; optimizando la selección de embriones para transferir el mejor, aumentando la efectividad en los tratamientos de Fecundación in Vitro. Partiendo de la base de que el factor endometrial es una posible causa de infertilidad, un equipo liderado por la Dra Valbuena, directora médica de Igenomix, ha llevado a cabo un trabajo que tenía por objetivo mejorar la implantación clínica mediante el diagnóstico, la personalización y la sincronización del factor endometrial.
El estudio, publicado en la revista científica Reproductive BioMedicine Online, titulado A 5-year Multicenter Randomized Controlled Trial of In Vitro Fertilization with Personalized Blastocyst Transfer versus Frozen or Fresh Transfer, concluye que la Transferencia Embrionaria Personalizada, guiada por el Test ERA -que determina en qué momento el endometrio es receptivo-, aumenta las posibilidades de tener un recién nacido en el primer ciclo de FIV, pasando del 42,4% por transferencia clásica con embriones congelados al 56,2%, y tras un año de 54% a 71%.
Este trabajo, prospectivo clínico internacional aleatorizado y multicéntrico (16 clínicas en 7 países), consistió en evaluar en la primera visita de 569 mujeres con problemas de fertilidad a un centro de RA, si una Transferencia Embrionaria Personalizada guiada por el test ERA (Endometrial Receptivity Analysis) aumentaba la probabilidad de nacimientos en pacientes infértiles con respecto a las clásicas transferencias de embriones congelados o frescos, que se llevan a cabo en la mayoría de las pacientes sin saber cuál es su momento idóneo para la implantación.
Los resultados fueron determinantes. El 56% de las mujeres tuvieron a su bebé después de la primera transferencia de embriones personalizada y el 71% lo consiguió después de un año, en comparación con el 42% y 55%, respectivamente, que se sometieron a la transferencia convencional de embriones congelados.
Estos resultados están avalados por el sello de calidad que ostentan en el ámbito científico las investigaciones prospectivas y aleatorizadas como esta.
Transferencia personalizada guiada por el Test ERA vs Transferencia Clásica (no personalizada)
Una Transferencia Embrionaria Personalizada es aquella que se realiza en el momento en el que el endometrio es receptivo, y este suele serlo 120 horas después de que la paciente se aplique la primera dosis de progesterona. Sin embargo, la ventana de implantación (momento de la receptividad) en 3 de cada 10 mujeres tiene lugar en un momento diferente al esperado.
“Desde que desarrollamos el test ERA, para solucionar los casos en los que la ventana de implantación de la paciente estaba desplazada, uno de nuestros empeños como expertos en el estudio del endometrio fue siempre saber cuándo se daba este evento, pues a lo largo de los últimos años hemos observado cómo el factor endometrial ha sido la principal causa de fracaso reproductivo en muchas mujeres que, aun con el mejor embrión, no conseguían el embarazo”, explica el profesor Carlos Simón, Head of Scientific Board of Igenomix Foundation.
Las pacientes, a menudo, sufren múltiples fallos de implantación antes de conseguir el embarazo que les llevará a ser madres. Este estudio demuestra que realizar una transferencia embrionaria personalizada con el test ERA en el primer ciclo de FIV, mejora significativamente las posibilidades de tener un bebé.
Los resultados obtenidos en esta investigación con la Transferencia Embrionaria Personalizada vienen a validar la indicación de la preparación endometrial y ponen de manifiesto la necesidad de personalizar los tratamientos de Reproducción Asistida.
Este estudio se suma a las 21 publicaciones que respaldan el test ERA, 8 de ellas llevadas a cabo por otros grupos de investigación independientes.
Test ERA, un nuevo aliado en la carrera hacia la maternidad
La medicina de precisión se centra en el tratamiento individualizado dirigido y esa es una de las ventajas que presenta el Test ERA en lo que se refiere a la personalización del factor endometrial en el tratamiento de reproducción.
La Transferencia Embrionaria Personalizada es superior en resultados a la transferencia ‘a ciegas’ de blastocistos (embriones de 5 días de desarrollo) congelados o frescos, según se ha puesto de manifiesto en este estudio.
Con este tipo de transferencia no solo se han conseguido más nacimientos, sino que se han visto aumentadas las tasas de embarazo desde la primera transferencia. El porqué está en las bases del ERA.
El test ERA está basado en el análisis de la expresión de 248 genes en el endometrio, que permite conocer la receptividad o no de éste a la hora de realizar la transferencia embrionaria. Este test, patentado por Igenomix en 2009, concreta cuándo es el momento óptimo para transferir el embrión en cada caso, llevando verdaderamente la personalización del tratamiento a la clínica de reproducción.
Este test es actualmente la única herramienta de diagnóstico de desarrollo propio del estado endometrial que existe, y además de mejorar la tasa de embarazo significativamente, en los últimos nueve años ha ofrecido una solución a miles de pacientes para las que con la práctica habitual no había respuesta.
Sobre Igenomix
IGENOMIX es una compañía biotecnológica, de origen español, dedicada a la salud y a la genética reproductiva. Su experiencia en el campo de la fertilidad y su capacidad de investigación avanzada, le convierten en uno de los referentes mundiales en esta área de la genética. Está presente con 23 laboratorios en el mundo y cuenta con un equipo humano de más de 400 profesionales.
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