Hablar de la importancia de la Reproducción Asistida (RA) y de los tratamientos de fertilidad, cuando la vida de todos está en juego, parece una frivolidad. Pero la realidad es que es el momento de pensar en el futuro. Cuando el COVID-19 finalice, lo siguiente será pensar cómo poder ayudar a la sociedad a retomar sus ilusiones y sus tratamientos.
El cierre de las clínicas de fertilidad no es el peor de nuestros problemas, sino qué va a pasar después de esto. Temores y precauciones que ya han sido expresados por las grandes sociedades científicas como la ESHRE y la ASRM.
En ausencia de los clásicos foros médicos, debido a su cancelación, es ahora más importante que nunca, poder compartir con la sociedad estudios científicos que nos ayuden a tomar las mejores decisiones en adelante.
Desde la Fundación Igenomix nos hemos lanzado a iniciar un serial de webinars que permitan mantenernos actualizados y compartir pasos a seguir tras el COVID. Os invitamos a participar y os animamos a que, con vuestros equipos, propongáis líneas de investigación que nos ayuden.
Prepararnos para la era post pandemia
La OMS declaró la situación de la enfermedad COVID-19 como una pandemia mundial. Y desde entonces, estamos viviendo un cambio de paradigma. Esta pandemia, causada por un virus que pertenece a un grupo que causa una enfermedad respiratoria, se ceba principalmente con personas con problemas previos o inmunodeprimidas.
Aunque se trata de la tercera pandemia del siglo XXI (MERS|SARS|COVID19) y tan solo tiene una mortalidad del 3%, se está propagando tan rápidamente que es muy difícil mantener a salvo a las personas de riesgo.
No podemos negar que este hecho va a suponer un antes y un después en nuestras vidas. Debemos prepararnos para volver a empezar.
Test COVID-19, la manera de saber dónde estamos y de tomar medidas para su control
Los métodos de diagnóstico inmunológicos, genéticos y moleculares son clave. Los test rápidos pueden ser un medio de diagnóstico en un momento dado, pero no para quienes necesitan tener toda la información sobre su salud. Saber si hemos pasado el COVID-19, si lo estamos sufriendo o si ya no hay ni rastro de la enfermedad, no es cosa de una sola prueba diagnóstica. Necesitamos diagnosticar la enfermedad mediante PCR o por secuenciación y conocer la respuesta inmunológica y el momento preciso en que nos encontramos por mediación de la IgG y a la IgM.
Igual que hoy sabemos si una embarazada ha pasado la Rubeola, deberíamos de estar interesados en saber si un donante de gametos ha pasado el Coronavirus.
Investigación y cautela en el período reproductivo
Hasta la fecha, ninguna de las pandemias anteriores parece haber hecho estragos en mujeres embarazadas. Pero tampoco tenemos una literatura tan vasta que nos permita extraer conclusiones determinantes, pues la casuística es muy baja. Quizás ahora durante esta pandemia, con mayor número de afectados en todo el mundo, podamos saber un poco más.
Más allá del tratamiento con Ribavirín, que en las pandemias anteriores (SARS y MERS) afectó a los bebés, por ser embriotóxico y que en esta ocasión ya no se ha empleado, conocemos poco sobre la transmisión vertical de la infección, madre-hijo. Inicialmente se pensó que no había transmisión, ya que se trató de una publicación científica con pocos casos de recién nacidos, en los que se observó que no hubo morbilidad o mortalidad, sin embargo, después de varios días de seguimiento, se ha visto que varios niños han desarrollado una neumonía y han muerto pasadas un par de semanas del nacimiento. En esos casos que ya se conocen, como es de esperar la madre contrajo la enfermedad al final de la gestación, no sabemos aún nada cuando la enfermedad es sufrida por la embarazada en el primer y segundo trimestre del embarazo, ya que aun no ha habido tiempo de ver que pasa con esos recién nacidos, hasta que nazcan.
Sería interesante poder tener conocimiento sobre cómo actúa el virus en animales (aunque probablemente no refleja lo que puede pasar en el humano) y los efectos sobre su reproducción, pero la realidad es que tampoco existen este tipo de estudios. Así que lo aconsejable es ser precavidos y tener cautela en una época como esta y como la que está por llegar. Igualmente recomendable es comenzar con trabajos de investigación serios en humanos.
La mejor recomendación es siempre la prevención
La OMS recomienda testar a todos los ciudadanos y, aunque ya sabemos que es una utopía casi en cualquier país, quizás es responsabilidad de cada organización poder hacerlo. En las clínicas de Reproducción Asistida lo óptimo sería, para volver a la normalidad, testar a empleados, pacientes y donantes, estableciendo siempre un círculo de seguridad para todos, donde pudiéramos garantizar un tratamiento con las máximas garantías.
No tenemos suficiente información para tomar decisiones en estos momentos, así que lo mejor es la cautela. La opción ahora es cesar el tratamiento o diferir y, en el futuro, considerar los tests diagnósticos existentes, según hemos explicado antes, para continuar con confianza.
Como apuntaba el profesor Carlos Simón en nuestro primer webinar sobre embarazo y COVID-19, “lo primero es la vida. En la era postpandemia, una reproducción segura es lo que nos van a exigir, por lo que necesitamos todos los datos. Y eso requiere investigar. No podemos pensar que los gobiernos van a subvencionar esto, Los científicos, tenemos que poner nuestros recursos para poder encontrar el camino. Vivimos rodeados por virus y tenemos que manejar este asunto”.